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Hallazgos

Experiencias de campo

"Jorge tiene 10 años y dejó de asistir a la primaria. Iba en segundo año de educación básica, pero ahora seguido se le ve trabajando durante el tianguis de los jueves en el mercado “El Tepetate”. Es un poco tímido, se le dificultan las matemáticas y la lectura pero aún así muestra entusiasmo por aprender.

 

Así como Jorge hay otros niños que dejaron de estudiar aunque siguen con ganas de seguir aprendiendo, incluyendo jóvenes y adultos que a pesar de su edad y acciones, por dentro siguen siendo niños que a su tiempo quizá no pudieron disfrutar de su niñez."

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- Hannia Ahumada

"Arturo es un niño de 10 años que va en quinto de primaria que es bastante inteligente, todos los juegos de ABC Móvil se los sabe al derecho y al revés, es por ello que cuando van voluntarios a la organización, las profesoras siempre les piden que le eleven el nivel, si lo ves siempre te recibirá con una enorme sonrisa y un brillo en sus ojos que te transmite una inmensa alegría y paz, Arturo es la prueba de que se puede, de que la situación de pobreza no es una limitante para salir adelante, es perspicaz, inteligente y cada vez que lo visito tiene una nueva broma que contarme, es pequeño aún, pero estoy segura de que logrará grandes cosas"

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-Aldebarán Paloma Cervantes

"Tony y Pablo son niños de no más de 5 años. Ninguno de ellos habla mucho, pero se nota que les gusta ser creativos. Ambos disfrutan mucho cuando tiene la posibilidad de agarrar un gis o una crayola y se ponen a dibujar, pareciera como si fuera su único método de expresión. Ambos son hijos de comerciantes, aunque Johnny lleva una vida mucho mejor ya que él sí tiene una familia completa con casa, Tony no corre la misma suerte debido a que su madre es comerciante ambulante, de las indígenas que bajan diario a la ciudad para vender sus nopales y flores en los mercados y en el centro.

Tony tiene la peculiaridad de no poder bañarse seguido y al parecer tienen la extrema necesidad de acompañar a su madre a donde sea que vayan. Pablo ha sido el único niño que yo he visto en más de un lugar, en este caso el Mercado “El Tepetate” y la central de abastos. De nuevo, se nota que sus padres trabajan como comerciantes y se mueven en distintos puntos de la ciudad donde pueden encontrar un espacio dónde vender sus productos.

Para estas personas el trabajo no es algo fijo y para los niños las calles son su casa."

-José Francisco "Pepe" Laguna

"Siempre me ha gustado ayudar a la gente, vengo de una familia que lo hace y que me lo ha inculcado, es por eso que me arriesgué a tomar este Semestre i. He aprendido mucho en este tiempo ya que, aunque quiero ayudar, me he encontrado con algunas trabas que no sabía que tenía. Toda mi vida asistí a colegios privados caros, rodeándome en general de personas con estudios en instituciones semejantes que no sufrían problemas de violencia o falta de dinero, aunque si he visto casos en personas cercanas y eso es lo que ha aumentado mis ganas de querer ayudar. Sin embargo, lo que he visto en escuela móvil es más difícil de lo que he vivido hasta ahora. Sabía con qué tipo de situaciones podría encontrarme, conozco estadísticas de violencia y he escuchado a hablar de ella toda mi vida, pero nada te prepara para verlo frente a frente, para que un niño te diga que le están pegando en su casa o para ver cómo jóvenes de mi edad se drogan y se pierden.  Estas visitas han ampliado mi perspectiva y me han acercado más a las personas que quiero ayudar ya que, si realmente quiero hacer un cambio, tengo que conocerlas de cerca y entender su contexto.

He conocido a varios niños que han tocado mi corazón de inmediato, sobre todo por esa alegría sencilla que poseen sin importar que situación están viviendo. Toman confianza pronto y a la siguiente semana ya están preguntando por nosotros, ellos también se encariñan y nos extrañan. Es fácil hablar con algunos, pues te cuentan acerca de su vida y su familia mientras juegan, aunque hay otro más tímidos a los que les cuesta acercarse a jugar, pero al final se muestran felices y agradecidos de que estemos ahí y esa es la máxima recompensa que podemos desear."

- Emily Flores

"Ricardo es un niño de 9 años que trabaja con familiares y conocidos en el mercado “El Tepetate”, es muy inteligente y tiene habilidades sociales increibles. Mide 1.1 metros, tiene piel tenuemente morena y pelo corto con un toque de decoloración en su copete. Se le ha visto cargando y transportando cajas, jugando damas chinas y siendo todo un caballero a su corta edad. Es valiente y audaz, como el príncipe de un cuento.

Le gusta competir, siempre tratando de ganar pero de una manera justa y honesta. Es muy bueno incluyendo a otros niños a jugar y a participar. Siempre muestra una sonrisa aunque no se sepa cómo se siente realmente, ya que al llegar a Escuela Móvil siente que no tiene que preocuparse por las cosas que está viviendo en su exterior e interior. Sólo por jugar y aprender, pero sobre todo por disfrutar ese momento especial que sólo sucede una vez a la semana en el que en medio de su trabajo puede empoderarse como persona y poder hacer frente a sus adversidades.

 

Josefina es un niña muy alegre y muy amorosa. Tiene 5 años, una hermana de 11 y una hermosa sonrisa. No habla mucho, porque prefiere comunicarse sin palabras. Pero cuando las pronuncia, manifiesta de ella lo que siente. Su mamá trabaja en un negocio de carnes frías; suele dejarlas solas a ella y a su hermana en la casa; su mamá la golpea y eso a ella no le gusta.

Es muy inteligente para su edad, pero niños varones más grandes que ella se desesperan porque es muy lenta a su parecer. Le gustan las mandarinas, pero prefiere llamarlas naranjas porque son muy similares. Sus pequeños dedos necesitan ayuda para abrir una, así como de amor y solidaridad de su familia.

 

Marco dice tener 41 años, pero no se sabe si está leyendo un número o está diciendo su edad. Huele mucho a resistol u a otras sustancias de las que está influenciado. Pero tiene ganas de resolver ejercicios en Escuela Móvil.

Eleanor, maestra de Escuela Móvil, nos platico que cuando fue a buscar a más muchachos a “la casona” lo encontró llorando y tenía que estar al pendiente porque él se ponía muy agresivo.

Gracias a Dios, fue todo lo contrario, fue muy amigable y cordial conmigo. Sabía que quería jugar con una lámina de decenas y unidades, pero con sus propias reglas. Y las iba inventando y cambiando en el camino, para favorecerse a mi en el juego, tomando un rol de maestro que aplaude a su aprendiz por sus hazañas. En el juego contar era lo principal, aunque para Marco el llegar al 11 tenía dificultad cuando estaba en el 9. Nuestro mayor logro que realizamos juntos fue llegar hasta el 92.

En la mitad de nuestro juego, cuando estaba contando un nuevo número, se acercó un hombre cerca de Marco hablándole en voz tenue y enseñándole con una mano una bolsita con un contenido blanco y con la otra monedas. Preferí recomendarle que continuara con el ejercicio en vez de distraerse con ese ofrecimiento.

El poder proveerle hacer algo que le causa felicidad y empoderamiento, le hace tener una vida más digna en la calle. El haber rechazado el ofrecimiento de aquel hombre y concentrarse en el ejercicio en vez de enfurecerse después de haber llorado limitó el uso de drogas y violencia. El haber tomado ese papel de maestro conmigo y enseñarme su forma de jugar con esa lámina mostró su solidaridad y dignidad."

- Reyes Castillo

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